Comentario
Esta clase de monumento está muy bien definida dentro de la escultura griega, entre otras razones, por su función específica y demanda abundante. No menos clara y sencilla es su estructura integrada por un basamento, una pilastra y un remate generalmente en forma de palmeta. En estelas monumentales sobre este último elemento se suele colocar una escultura exenta, casi siempre una esfinge o un animal.
La decoración puede ir esculpida en relieve, incisa o pintada y presenta a las figuras de perfil, por regla general en actitudes alusivas a la actividad que el difunto desempeñó en vida. Así, los jóvenes adoptan el esquema del kouros y llevan entre otros distintivos la botellita de aceite que se utiliza en la palestra; las jóvenes van vestidas y tienen una flor en la mano; los soldados aparecen con indumentaria militar. Piezas de gran calidad e interés son la estela del Metropolitan Museum de Nueva York (hacia 540) y la de Aristión (hacia 510) firmada por el escultor Aristokles y conservada en el Museo Arqueológico Nacional de Atenas, ambas obras áticas. La finura del relieve y la precisión de las incisiones hacen de la estela de Aristion una pieza maestra.
Entre las más espectaculares está el basamento perteneciente a una estatua de un kouros, cuyas cuatro caras han sido decoradas con escenas de juegos. Basta ver los tipos y la interpretación del movimiento para reconocer una obra muy evolucionada dentro del arcaísmo, cuya cronología se ha fijado en la última década del siglo VI. Giros del cuerpo en 3/4, pies despegados del suelo, anatomía más realista, son las novedades que rápidamente se advierten junto a aspectos tradicionales, como el ojo visto de frente en un rostro de perfil o la tendencia al lineamiento gráfico en los contornos.